
Si llevas un tiempo en esto de emprender, seguro que te has encontrado con la palabra mágica: mindset emprendedora.
Suena bien. Suena potente.
Pero, ¿qué narices significa realmente?
Si preguntas por ahí, te dirán que es cuestión de “creer en ti”, de “pensar en grande”, de “desearlo con fuerza”.
Y sí, claro. También podemos cerrar los ojos muy fuerte y esperar a que el dinero caiga del cielo.
El problema es que el mindset emprendedora se ha convertido en una de esas frases de moda que se repiten sin ton ni son, como si fuera un hechizo mágico.
Pero, ¿sabes qué? No funciona así.
La gente se lanza a emprender convencida de que con actitud positiva y cuatro frases motivadoras, el éxito está asegurado. Pero la realidad es otra.
Y si no la entiendes, te vas a dar un golpe de frente con la pared (y no va a ser bonito).
El verdadero problema de la mindset emprendedora
Lo que casi nadie te dice es que tu mindset no es más que el reflejo de lo que llevas años diciéndote a ti.
Tu diálogo interno, esa voz en tu cabeza que no calla ni cuando duermes, es la que decide si lo que haces tiene sentido o si, en cambio, vas directo al desastre.
Si esa voz suena más a:
👉 “No soy capaz”
👉 “No sé vender”
👉 “No sirvo para esto”
Da igual cuántos libros de emprendimiento leas, cuántos cursos hagas o cuántas charlas motivacionales escuches.
Tu propia mente se va a encargar de autosabotearte.
¿Te suena?
Seguro que sí.
Recuerdo que, cuando tenía mi empresa de Realidad Virtual, conocí a una persona que quería montar un negocio VR porque tenía 42 años y no encontraba trabajo.
Lo montó todo, y a tres días de la apertura va y me dice que le han ofrecido un puesto de trabajo estable y que si le compraba yo los equipos. Yo le dije que no, no podía ni quería en ese momento no era mi objetivo.
Pues el resultado es que no llegó a abrir. Lo vendió todo por su cuenta y se puso a trabajar para una tercera persona.
No pudo aguantar o gestionar o cambiar su diálogo interno.
Porque el mindset no es cuestión de “pensar bonito”, sino de reprogramar el auto diálogo interno que llevas arrastrando desde hace años.
La trampa de la mentalidad de escasez (y cómo se cuela en tu negocio sin que te des cuenta)
Cuando hablamos de mindset emprendedor, nadie menciona el enemigo más peligroso: la mentalidad de escasez.
Es sigilosa. Se esconde en frases que parecen inofensivas:
🔴 “Voy a empezar con precios bajos, así atraeré clientes.”
🔴 “Si subo mis tarifas, la gente no me comprará.”
🔴 “Mejor espero a que todo esté perfecto antes de lanzarme.”
Parece sentido común, ¿verdad?
Pues no. Es puro auto sabotaje.
Lo que en realidad estás diciendo es:
❌ No confío en lo que ofrezco.
❌ No creo que mi trabajo tenga valor.
❌ No me atrevo a tomar decisiones sin pedir permiso.
Y con esa mentalidad, tu negocio no crece. Ni hoy, ni nunca.
Porque el mindset emprendedor no es tener miedo y disfrazarlo de prudencia.
Es atreverse a actuar a pesar del miedo.
Es asumir que no necesitas rebajarte para que te compren.
Es entender que la confianza no te la da un diploma, un máster o 200 horas de formación de youtube.
Te la da hacer.
Te la da repetir.
Pero si tu auto diálogo sigue en modo “no es el momento”, “tengo que pensarlo más”, “necesito prepararme mejor”, bienvenido a la mentalidad de escasez.
Te acaba de atrapar.
Porque también te la va a dar a repetir una y otra vez.
El auto diálogo científico: la única forma de reprogramar tu mentalidad empresarial
Ahora viene la parte que nadie te cuenta.
¿Sabes por qué te cuesta tanto cambiar tu forma de pensar?
Porque llevas años (décadas, incluso) programando tu cerebro con frases que se repiten en piloto automático.
Tu mente no distingue entre lo que es cierto y lo que es solo una historia que te has contado mil veces.
Si le has dicho durante años que “vender es difícil”, que “emprender es arriesgado”, que “los negocios son para gente con suerte”…
¿Qué crees que va a hacer cuando intentes montar el tuyo?
Exacto. Sabotearte.
Pero aquí viene la buena noticia.
Si tu cerebro ha aprendido un auto diálogo que te limita, también puede aprender uno que te potencie.
Y eso no se consigue con frases motivacionales pegadas en la nevera.
Se consigue con auto diálogo científico.
Un sistema probado que cambia la forma en la que te hablas a ti mismo, para que tu mente deje de ser tu mayor enemigo y se convierta en tu mejor aliada.
Yo aprendí parte del Dr. Shad Helemestetter. Me leí todo lo suyo y he de decir que noté cambios, sin embargo, no acababa de hacer yo un cambio de mentalidad.
Quizás no aprendí su mensaje bien porque él solo habla inglés o porque yo era un caso duro de roer (o ambas cosas….jajajaja).
El caso es que me hice como un traje a medida.
Cogí lo mejor del dr. Helmestetter, cogi los pasos y procesos de la psicología cognitiva para el cambio de creencias (auto identidad, reafirmación y 16 pasos más reformuladas las creencias en 4 formas).
No me voy a meter en tecnicismos, entre otras cosas, porque eso no te va ha hacer aprender cómo cambiar de mentalidad y porque parte de eso lo explico solo en mi mentoría de alto valor, para solo explicarlo a las personas verdaderamente comprometidas que quieran avanzar con paso de gigante.
No es magia. No es pensamiento positivo.
Es ciencia.
Y es la razón por la que algunas personas parecen avanzar sin esfuerzo mientras otras se quedan atrapadas en el mismo punto, año tras año.
¿Quieres cambiar tu mentalidad o prefieres seguir perdiendo tiempo?
Puedes seguir como hasta ahora.
Viendo vídeos de emprendimiento. Tomando notas. Convenciéndote de que “algún día” estarás listo.
O puedes hacer lo que funciona: reprogramar tu mente para que de una vez por todas trabajes a tu favor, no en tu contra.
Si quieres herramientas reales para dominar tu auto diálogo y cambiar tu mentalidad empresarial, las tienes en MenTalent.pro.
Si no, nada cambia.
Y créeme, sé de lo que hablo.
Porque pasé años (más de 30) perdiendo tiempo y dinero buscando fuera lo que solo podía cambiar desde dentro.
Así que tú decides:
📌 Dominar tu mente o seguir en la matrix de tu vieja programación.
Lo tienes todo en la tienda de MenTalent.pro.
Pero oye, si prefieres seguir en las mismas, tampoco pasa nada.
El mundo está lleno de personas con grandes ideas que nunca se atreven a ejecutarlas.
¿Quieres ser una más o vas a tomar el control?
Tú eliges.