
Si alguien te siguiera con una grabadora durante 24 horas, ¿cómo sonaría tu vida?
No me refiero a lo que dices en voz alta. Hablo de ese diálogo interno que solo tú escuchas. Esa charla mental que se activa en cuanto abres los ojos, cuando te miras al espejo, cuando metes la pata o cuando piensas en un objetivo que parece demasiado grande para ti. O cuando miras a una persona, asientes pero estás pensando todo lo contrario.
Porque sí, tu cabeza tiene una emisora de radio en emisión continua. Y el problema es que, la mayoría de las veces, no eliges la programación.
Te levantas y ahí está: “Qué pereza, otro día igual”.
Te miras y suena: “Siempre la misma cara de cansancio”.
Quieres empezar algo nuevo y escuchas: “Para qué intentarlo si seguro que no sale”.
Es un bucle. Tu mente repite lo mismo cada día, y tú, sin darte cuenta, te lo crees. O lo que es peor, te das cuenta, lo sabes, eres consciente, pero no sabes cómo pararlo o cambiarlo.
El algoritmo mental que decide por ti
Las redes sociales tienen un algoritmo. Si ves vídeos de gatos, te aparecen más gatos. Si miras noticias trágicas, te llueven más tragedias.
Tu diálogo interno funciona igual.
Cuanto más te repites algo, más lo refuerzas. Más fuerte queda grabado en tu cabeza. Más lo das por cierto.
Por eso, alguien que creció escuchando «eres muy inteligente», se lo cree y actúa en consecuencia.
Y alguien que escuchó «eres un desastre», también se lo cree… y lo confirma con cada error.
La mente no distingue verdad de repetición. Si algo se repite, lo asume como cierto.
No importa si objetivamente tienes talento, vales la pena o puedes lograrlo. Si tu diálogo interno dice que no, tu mente, gracias a tu cerebro, lo convierte en realidad.
Lo que te dices, te programa.
PNL: la ciencia detrás de la trampa mental
La Programación Neurolingüística (PNL) estudia este fenómeno. Ha demostrado que el tono, la velocidad y hasta el volumen de esa voz en tu cabeza afectan directamente a tus emociones y decisiones.
No es lo mismo pensar “No sirvo para esto” en una voz dura y crítica, que escucharlo como si fuera un dibujo animado.
No es lo mismo decirte “No puedo”, que “Yo puedo y yo lo hago”.
No es magia. Es neurociencia.
Hazlo tú ahora…
Solo fíjate en la energía que se crea en tu cuerpo con una y otra frase.
Lo que te dices crea rutas neuronales en tu cerebro.
Cuanto más las usas, más profundas son.
Hasta que, un día, te das cuenta de que piensas lo mismo sin cuestionarlo.
Y ahí estás: con un cerebro programado para sabotearte… pero con el convencimiento de que esa es “tu realidad” o de que son «tus genes».
El precio de no cambiarlo
Si tuvieras una persona que es tu amiga que te hablara como te hablas a ti, ¿seguirías a su lado?
Si cada vez que intentaras algo te dijera «No vas a poder»…
Si te criticara cada vez que te miras al espejo…
Si no te dejara celebrar ni un solo logro porque «No es para tanto»…
Probablemente, le mandarías lejos.
Pero cuando esa voz está en tu cabeza, le das permiso para quedarse.
Y mientras tanto, pasan los años.
Pasan oportunidades que ni intentas.
Pasan metas que ni te permites imaginar.
No se trata de “pensar en positivo” y fingir que todo va bien. Se trata de entender que tu diálogo interno es un software.
Y que si sigues con el programa equivocado, la historia de tu vida ya está escrita… y no la has escrito tú.
No se llama destino. Se llama auto diálogo interno una programación hecha en tu mente.
¿Sigues esperando o tomas el control?
Si quieres seguir repitiéndote lo mismo de siempre, adelante.
Si quieres perder más años dejando que una voz automática decida por ti, perfecto.
Pero si te has cansado de ver cómo tu cabeza te mete zancadillas…
Si sabes que esa charla interna no es verdad, sino un disco rayado que alguien te puso sin preguntar…
Entonces, tienes dos opciones:
1. Seguir como hasta ahora.
2. Cambiarlo de una vez.
Si eliges la segunda, en MenTalent.pro tienes todo lo necesario para entender cómo reprogramar tu mente y salir del bucle.
Pero haz lo que quieras.
Compra si quieres. O sigue creyéndote las mismas mentiras de siempre.